-Señorita del balcón
bájese al arrechucho,
que está muy alta la reja
y tengo que explicarle mucho.
-Si usted quiere una escalera
en la iglesia se la darán.
-Bueno...voy por ella.
Si quiere que la acompañe,
me alegra su compañía,
si quiere que nos sentemos
al lado de esta "alamea"...
-¿Para que mi novio me vea?
-¿Chiquilla tu tienes novio?
-Es el pastor más gallardo,
que hay en la serranía.
-¿Se merece un pastor
una niña tan linda?
-¿Por qué no se la merece?
-Porque no es justa razón,
que entre espinosos cardos
crezca una clavellina.
-Yo nací para ser pobre.
-Niña ¿tu quieres ser rica?
-¡Cuánto daría yo para que
en mi dedo se pusiera
una linda sortija!
-¿Quieres probarte la mía?
-Por probar nada se pierde…
-Tómala, hermosa zagala
que tengo en mi joyería
más de trescientas sortijas
toditas de piedra fina.
-¡Qué amable caballero!
¡Qué lazos con tanto primor!
-Al hombre que sea de palo
Se le alegra el corazón
.....
Esto nos lo ha contado María Muñoz
que lo aprendió de su madre.